NO SE TRATA DE ESTAR SIEMPRE CONTENTO…
IE y Comunicación
Lic.
Karina Blanco
Como hemos venido desarrollando en temas anteriores, la
Inteligencia Emocional nos plantea el manejo de las emociones a través del
reconocimiento de nuestros propios sentimientos, a fin de administrarlos
inteligentemente en nuestro vivir.
Esto no supone que
de la noche a la mañana nos convertiremos en personas alegres y felices a las
que nada les afecta. Sino que al encontrarnos ante momentos complejos podemos
lograr salir airosos sin dañarnos ni dañar a los demás. Es cierto, los sentimientos parecen ser un
fenómeno incontrolable, y en ocasiones es así, pues tenemos en nuestro cerebro
un gestor de emociones encargado de preparar reacciones rápidas antes situaciones
de alerta. La amígdala, como gestor está lista para darnos impulsos que nos ayuden a
sobrevivir.
Nos encontramos en ocasiones ante
momentos de peligro y reaccionamos corriendo para huir, o nos ponemos a llorar,
o gritamos de rabia…todos estas respuestas están basadas en sentir más que
pensar. Ahora bien, ¿qué sucede cuando
la situación a la que nos enfrentamos no es directamente con nosotros mismos
sino que incluye a otras personas?. Intervienen entonces otros procesos en la
interacción social.